Una de las características
de las bacterias es su forma, ya que se clasifican de acuerdo a ella, puesto
que si es esférica reciben el nombre de cocos, si tienen una forma espiral se
denominan espirilos y si tienen forma de bastón se denominan bacilos.
Las
bacterias se pueden clasificar en diversos grupos partiendo de un criterio distinto. Así, por
ejemplo, si partimos de lo que es su forma nos encontramos con el hecho de que
existen cuatro tipos claramente delimitados:
Bacilos.
Son las bacterias que se definen por ser alargadas y porque tienen la posibilidad de ser curvas o rectas. De la misma forma,
hay que subrayar el hecho de que pueden contar o no con flagelos.
Leptothrix. De gran tamaño son las que se enmarcan bajo esta denominación y tienen como principal seña de identidad que pueden presentar filamentos llamados tabicados.
Espirilos. En este caso bajo
dicha categoría se incluyen las bacterias que tienen una apariencia curva
helicoidal. Algunas generan enfermedades
como la Leptospira interrogans, que
produce la leptospirosis transmitida por las ratas.
Cocos. Las bacterias que reciben dicho nombre son aquellas que poseen forma redondeada y cuentan con la posibilidad de que pueden presentarse aisladas, en pares o bien en forma de cadena arracimada.
Además de todo lo expuesto tenemos que subrayar también
el hecho de que las bacterias pueden clasificarse también en base a lo que es
su respiración. En este caso, podríamos realizar dos grandes grupos: las aerobias, que son las que hacen uso del
oxígeno, y las anaerobias, que no
utilizan aquel sino otros elementos tales como el carbonato, por ejemplo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario